Luego de la espectacular experiencia Segoviana seguimos con nuestra travesía por Castilla y León. La siguiente parada fue Avila, una impresionante ciudad medio detenida en el tiempo y contenida en una espectacular muralla que está intacta.
Hoy la ciudad vive del turismo y es muy agradable y tranquila. Es perfecta para recorrer con calma y aprender sobre muchas cosas, es una ciudad muy espiritual que te deja una paz interior muy reconfortante en medio de un viaje lleno de matices.
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