A tan solo 71 Kms de Madrid
está Toledo, es muy fácil llegar desde Madrid. Una ciudad maravillosa a orillas del río Tajo, con una
cantidad de historia en sus muros, sus calles y bajo ellas.
Aunque solo estuvimos un día, es una ciudad que vale la pena recorrer varias veces para descubrir los secretos que nos pueden contar sus muros.
La llegada en tren es impactante, porque desde la estación se deben subir unas escaleras que llegan al mirador y se tiene un panorama espléndido.
En el año 193 a.
de C. los romanos toman una ciudad amurallada celtibérica. Fundan Toletum y se desarrolla con una importante
industria del hierro. Siglos después es tomada por los visigodos y después por
los musulmanes en la invasión a la península Ibérica. Luego es tomada por
Castilla y finalmente los reyes católicos expulsan a los judíos.
La reina
Isabel de Castilla ordena la construcción de un monasterio, San Juan de los Reyes. Carlos I de España la convierte en ciudad
imperial y sede de la corte. Posteriormente con el
movimiento de la corte a Madrid ordenado por Felipe II, Toledo pierde peso
político y entra en decadencia hasta que en 1761 el rey Carlos III establece la
Real Fábrica de Armas, la cual sigue siendo famosa aún hoy.
Esta historia tan rica e importante nos ha dejado una ciudad increíble para visitar, sin el caos de una ciudad moderna como lo es Madrid. (Aunque vale la pena mencionar que las hordas de turistas que llegan en todo momento no son normales).
La catedral es impresionante, cuando se viaja por España en todas las ciudades comparan su catedral con la de Toledo como si fuera el tope máximo al que puede llegar una catedral. Y sí que lo es, pues es realmente impresionante. Pero después de haber visitado más de 20 catedrales para nosotros fue una experiencia algo especial, por no decir extraña.
Ha tenido a lo largo de su historia una cantidad de intervenciones. Gótica en sus inicios y con una singular intervención barroca llamado "El transparente" y llena de capillas decoradísimas al mejor estilo barroco. Es un tanto extenuante su visita, además de que las hordas de turistas están todas adentro. Sin embargo no hay que dejar de ir, puesto que se entiende su importancia y la de la ciudad.
La ciudad no fué ajena a la guerra civil española donde
un grupo de franquistas se refugió en el Alcázar y el gobierno republicano lo asedió
y al recibir refuerzos franquistas sufrió grandes daños. Fue necesario reconstruirlo.
Esto es un pequeñísimo
resumen de algunos de los principales sucesos de esta ciudad. Vale la pena
visitarla varias veces para entenderla. Nada mejor que recorrer sus calles sin afan y despreocupadamente. Cada esquina tiene una historia que contarnos. Nosotros debemos volver, eso es seguro.
Hay muchos almacenes de espadas por
su famoso acero toledano y por la antigua Real Fabrica de Armas. Hoy en día se siguen fabricando y uno de sus mayores clientes es Hollywood para sus películas. Una de ellas: El Señor
de los Anillos.