Nuestro viaje por Cataluña y Aragón, cogiendo al sur de Barcelona, en el tren paralelo al mar tuvo como primera parada a Tarragona, antigua ciudad romana (Tarraco), una ciudad muy mediterránea con sus imponentes ruinas.
Gran parte de ciudad está construida sobre el circo, que es sorprendente, también estar en el anfiteatro romano donde también está la ruina de una iglesia románica con el mar mediterráneo de fondo es imperdible.
Comenzamos a recorrerla y poco a poco encontramos nuevas ruinas de aquella ciudad, siempre entrelazadas con la ciudad actual. El viejo circo romano que ha sido ocultado repetidamente durante siglos de construcciones modernas, construyendo sobre sus antiguos muros, que han aparecido poco a poco en las excavaciones. Unas importantes y muy bien logradas intervenciones arqueológicas nos dejan caminar aquella vieja ciudad. Recomendamos visitarlas todas, lo que se puede hacer con un mismo tiquete.
Las calles medievales del centro, angostas y laberínticas son para caminarlas desprevenidamente.
Es una ciudad con mucho encanto y paisajes muy lindos.
Muy recomendad para tomarse unos días de descanso y tranquilidad en un escenario espectacular.
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