Nos enfrentamos nuevamente al reto de escribir de una gran ciudad. Madrid.
Señorial desde sus inicios como ciudad, con la arquitectura que identifica la casa monárquica
de los Austrias cuando se decide que en la villa existente, donde había un alcázar, se vuelva la capital del reino de España. Madrid es de cierta forma rara porque no carga con tanta historia como otras ciudades como Segovia o Toledo por que empezó a ser importante mucho después pero es eso lo que la hace interesante. Tuvo una época de mucho crecimiento y modernización durante el siglo 18 que le dejó su estilo barroco.
Vale la pena hacer la visita del Palacio Real y la Catedral de la Almudena, por la virgen
oculta en la antigua muralla por los cristianos durante la ocupación árabe (de ahí le viene el nombre, de almudaina). Son edificios emblemáticos de la ciudad, metidos en un bonito paisaje sobre una colina impactante.
Respecto a los museos no se puede decir otra cosa que son espectaculares. Si uno tiene programado
permanecer en la ciudad una temporada larga no hay mejor plan que visitarlos varias veces. El museo Reina Sofía tiene una muy buena colección moderna, aparte de las exposiciones temporales y por supuesto Guernica de Picasso que podría contemplarse durante horas. El museo Thysen Bornemisa tiene una cantidad de obras de casi todas las épocas espectacular ¡realmente muy completa! La única desventaja (a nuestro modo de ver) de este museo es el color de las paredes de las galerías de exposición, una especie de color durazno que cansa, tal vez no es el apropiado para ver arte (según dicen está así por exigencia de la baronesa....ni idea...). Y finalmente está el Prado. Nosotros fuimos dos días enteros y la verdad es que fue perfecto. La colección de Velázquez y Goya deja sin palabras, y en general todas las obras son muy imponentes y reflejan la grandiosidad de este museo. Es perfecto.
Madrid es una de las capitales del mundo con más árboles,
realmente verde y con gran cantidad de parques. El Retiro, Casa de Campo, Los
jardines del Moro, Parque del oeste, y el parque lineal por las orillas del rio
manzanares (Madrid Río). Deliciosos para caminar, correr, hacer todo tipo de ejercicios, sentarse a leer o hacer picnic… Nosotros los aprovechamos al máximo y hoy decimos que son una de las principales razones por las que viviríamos en esta ciudad. De verdad que son de otro nivel.
En cuanto la comida, nada como irse de “tapeo”, unos buenos
pinchos (aunque la verdad encontramos mejores en Barcelona), unas cañas, una sangría o un tinto de verano. La ciudad está llena de terrazas para pasar un buen rato o dentro de los restaurantes también hay muy buen ambiente. También hay bares por todas partes que abren todos los días. Siempre hay algo que hacer.
La ciudad en general es muy agradable, caminar por el centro, la Plaza Mayor, por las calles del barrio La latina, o zonas más modernas como Salamanca o Canal o por la zona corporativa de cuatro torres.
La ciudad en general es muy agradable, caminar por el centro, la Plaza Mayor, por las calles del barrio La latina, o zonas más modernas como Salamanca o Canal o por la zona corporativa de cuatro torres.
Malasaña para nosotros fue especia, pues ahí nos hospedamos y pudimos vivir su cotidianidad. Tiene una gran variedad de restaurantes y
bares de todo tipo como casi todos los barrios, pero también tiene un ambiente muy especial porque hay tiendas de ropa, arte, objetos muy locales, librerías donde se puede tomar un café e intercambiar libros. Es un lugar muy central que se está volviendo muy popular pero que sigue teniendo vida de barrio, con fruterías, carnicerías y pollerías como cualquier zona residencial. Recomendamos visitarlo.